El Patito Feo quiere convertirse en un bello cisne.

Inversión (inteligente) en formación, en tiempos de crisis (1/2).

“En las últimas dos décadas, hemos tratado de convencer a los ejecutivos de que el mejor momento para invertir en el aprendizaje es cuando hay una crisis económica… El aprendizaje necesita más presupuesto en lugar de menos…

La clave, no obstante, es influenciar la decisión de invertir, con datos que conecten el aprendizaje con el negocio y añadan valor a la organización”

“The Business Case for Learning” Jack and Patricia Phillips -Instituto ROI-

Suele ser habitual. Yo mismo lo he vivido en mi experiencia en la mediana empresa y en la gran multinacional y muchos interlocutores de recursos humanos y finanzas, lo confirman.

Llega una situación de parón en las ventas o directamente de crisis económica (como la que muchas organizaciones están viviendo ahora por mor de la pandemia) y la “recortadora” empieza a funcionar. Un bien día se te acerca el director financiero o el responsable de compras (el dueño de la llave de la caja, en definitiva) y te lanza un…

No vas a gastar todo el presupuesto de formación…

En ese momento, quieres reaccionar rápido y contestas:

La idea es gastarlo en su totalidad, sí. Tenemos bastantes solicitudes y de distintos departamentos…-

A lo que él responde:

No, si no te lo estaba preguntando. … (pausa breve e incómoda, seguida de silencio incómodo), te lo estaba comunicando. Esto ahora mismo es un lujo para nosotros…

La mentalidad finita de algunos rectores (financieros y no financieros) les hace abrazarse a la cuenta de resultados con los ojos cerrados y pensar en aquellas partidas de recorte fácil para capear la crisis.

En mi humilde opinión, craso error, en el caso de la formación (alguien puede pensar que también en otros casos que no son objeto de este post), aunque en cierta manera, disculpable. Y me explico.

La formación, tradicionalmente y con honrosas excepciones, es una de esas partidas que se recorta sin pudor. La práctica totalidad de rectores en organizaciones diversas, subraya la importancia de dotar recursos para el aprendizaje y desarrollo “de nuestra gente”, pero cuando llega el momento de la verdad, “tenemos que tirar de ahí” para mejorar la cara económica de la organización y porque de no hacerlo: …“nuestra supervivencia está en peligro”… Respeto pero no comparto.

¿Por qué la formación es blanco fácil de los recortes?

En gran medida, porque esa partida no es capaz de despojarse de su “sanbenito” de ser un “mar” de centro de coste en el gran “océano” de centros de costes, que representa recursos humanos (coste de plantilla a la cabeza). No nos engañemos. Aunque están apareciendo muy tímidamente algunas señales de cambio, RRHH no se gestiona como un negocio dentro del negocio sino como algo aislado del mismo. No logra convertirse en un centro de beneficio, que pueda mostrar y demostrar el valor y el impacto de los proyectos que desarrolla, de forma natural. Esto tampoco es exactamente “culpa” exclusiva de los integrantes de los equipos de RRHH. Su configuración tradicional tiene mucho que ver. Y es que RRHH (y algunas de sus prestaciones) suele ser el patito feo. Suele estar solo en sus contiendas y se suele enfrentar solo a los problemas y a la asunción de responsabilidades. El resto de la organización lo ve en ese rol de forma natural y RRHH lo asume sin rebelarse.

La pregunta entonces es, si es posible que Recursos Humanos puede comportarse como un centro de valor y un partner efectivo de negocio (convirtiéndose un bello cisne). La respuesta sin duda es SI.

Para ello no solo hay que cambiar (como organización) ciertos hábitos en materia de L&D, en los que ahora entraré, sino que es necesario que la organización sea consciente que ella misma, en su integridad, ES RRHH, ya que históricamente se ha demostrado que el despliegue de los procesos de “Gente” es más efectivo y eficiente, cuando participan activamente todos los implicados en los mismos y no cuando se traslada como “algo que hay que hacer” porque “viene de recursos humanos” (y yo me quito de en medio de este marrón que bastante tengo con lo mío…).

Si. Se ha demostrado. Solo hay que fijarse en cómo tratan las empresas de éxito el asunto “Personas”.

¡Sorpréndete! pero hay quien piensa aun, que tendrá éxito sin considerar este aspecto primordial y sin invertir inteligentemente en su capital humano.

Hacemos aquí un “stop” y en un próximo post comentaré que cambios rápidos podemos hacer para mostrar el valor.

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