ESG: La necesidad de Formación y la importancia de su Evaluación

En un mundo empresarial que cada vez es más consciente del impacto ambiental, social y de gobernanza (ESG) de sus actuaciones, la sensibilización de las plantillas y la formación en estas áreas se han convertido en una piedra angular para las organizaciones.

El objetivo es no solo cumplir con regulaciones y evitar potenciales sanciones, sino liderar y convertirse en un modelo a imitar en términos de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.

Sin embargo, el umbral de efectividad de estas formaciones y la necesidad de aplicación práctica en el lugar de trabajo, pueden variar significativamente dependiendo del tamaño, sector y configuración organizativa de cada empresa. En función de esta premisa, puede llegar a ser necesario establecer un control de calidad y una medición de la efectividad de las acciones formativas que puedan llegar a desplegarse, para evitar gastos innecesarios y asegurar la máxima precisión en el cumplimiento de los objetivos antes mencionados.

Aquí te dejo unas pautas genéricas de medición por niveles de 1 a 5, que deberás adaptar a tu contexto, necesidades y objetivos (tamaño, obligaciones regulatorias, propósito ESG más o menos definido, imagen reputacional, gestión de riesgos, exigencias de los stakeholders, impacto financieros, ventajas intangibles, etc,…):

  1. Medición de satisfacción, reacción y relevancia. Indicada para objetivos ESG de mera información y sensibilización de la plantilla. Se busca simplemente tener una foto del entendimiento de la materia y el compromiso e involucración de la plantilla al respecto.
  2. Medición de aprendizajes. Indicada para situaciones en las que es necesario testar y demostrar (mediante un examen o rolplaying), que parcial o totalmente, se están adquiriendo conocimientos o habilidades que obviamente no se tienen antes de la formación y que se han convertido en necesarios.
  3. Medición de aplicación en el puesto de trabajo. Indicada para situaciones en las que no es suficiente demostrar conocimiento en un entorno simulado o en un examen sino que es necesario además la observación de que ese conocimiento adquirido se está desplegando de forma efectiva en la ejecución de las tareas inherentes al puesto de trabajo
  4. Medición de impacto. Si se han testado los niveles anteriores, especialmente el tercero, es muy probable que se haya producido una variación en algunos indicadores relacionados, bien de tipo tangible (por ejemplo evitamos una sanción económica) o bien de tipo intangible (mejoramos nuestra imagen reputacional o la percepción del consumidor)
  5. Medición ROI. Si el proyecto de formación y desarrollo es de ticket grande o el target audience es amplio puede ser interesante calcular el retorno sobre inversión del mismo. Así, no solo estamos teniendo una foto del grado de aplicación de conocimientos y habilidades en el puesto de trabajo sino que tenemos una idea del impacto que generan y de cuántos euros retornan a la organización por cada euro invertido en este tipo de programa.

En función del tamaño de tu organización y de las obligaciones y responsabilidades en materia de ESG, puedes adoptar estos enfoques de medición de las acciones formativas relacionadas con esta disciplina y lo puedes hacer de forma aislada o acumulada, según las necesidades y objetivos de negocio que persigas.

Pongamos un ejemplo:

Si tu organización ha tenido una brecha de seguridad por una mala praxis y has dejado expuestos tus datos, o los de tus stakeholders, quizás necesites realizar una medición de tipo 1, 2 y 3. Dicho de otra manera, necesitas que tu plantilla se sensibilice respecto a las normas de seguridad y entiendan su relevancia, necesitas que aprendan nuevas formas de actuar a través de nuevos conocimientos y por último, necesitas que una vez de vuelta en el puesto de trabajo sean capaces de cambiar conductas o adoptar unas nuevas para evitar errores y malas practicas nocivas para el resultado y la reputación de la organización.

Mi conclusión: Para que una organización logre sus objetivos ESG no solo es necesario implementar políticas sólidas, sino también asegurarse de que todos los miembros de la organización estén adecuadamente informados, capacitados y motivados para actuar de acuerdo con estos principios. Adaptar la formación a las características específicas de la empresa y evaluar continuamente su calidad y efectividad, son pasos críticos para garantizar que las diversas disciplinas ESG se integren de manera efectiva en todas las áreas de la empresa. Con estas bases, las organizaciones no solo mejoran su propia viabilidad a largo plazo, sino que contribuyen de manera significativa a la sostenibilidad global. No tener una foto clara del grado de asunción de responsabilidad por parte de tu equipo en esta materia, puede desembocar en sorpresas poco agradables.

En Talent reset te ayudamos a diseñar y ejecutar este tipo de mediciones, de forma que puedas establecer el control de calidad y efectividad de los programas formativos que estás contratando para mejorar tus indicadores clave en materia de ESG.

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