Hoy día y ya desde hace años, es muy frecuente y cuesta relativamente poco esfuerzo, encontrar y acceder a recursos formativos de todo tipo, sin coste para el usuario.

Basta con escribir en un buscador de internet cualquiera, por ejemplo “cursos gratuitos” o “formación gratuita” para encontrar resultados que ofrecen recursos sin coste, de tipo on line y presenciales, para empleados y desempleados, por comunidades autónomas y en tu ciudad, a través de academias y por inscripción en plataformas online, etc, etc,…

De otro lado, si tienes responsabilidad en RRHH o L&D, no necesitas buscarlo porque recibirás publicidad sobre catálogos gratuitos para tu equipo humano con bastante frecuencia y especialmente desde estas fechas.

Todo tipo de contenidos, habilidades, conocimientos…, con mayor o menor libertad de horarios y disponibilidad, ofrecidos por entidades privadas y por el mismísimo SEPE o la entidad autonómica correspondiente … y por encima de todo y como principal reclamo, a coste cero (factor siempre interesante y más en los tiempos que corren)

Dicho de otra forma: Si no mejoras tu curriculum o si no creces en conocimiento o habilidad, es porque no te da la gana. Tienes cantidad y facilidad de acceso y encima es gratis. De hecho, algunas organizaciones plantean este argumento de la mejora profesional como complementario y no excluyente de la gratuidad: “Mejora tu curriculum vitae” o “mejora tu empleabilidad o ”incrementa tus posibilidades de inserción laboral”, son frases muy escuchadas en la publicidad de estos cursos.

Vaya por delante que el hecho de que sean gratuitos, no pone en cuestión la calidad de sus contenidos o de sus planteamientos. Este post no cuestiona eso en ningún momento.

Lo que, en cambio, cabe preguntarse:

¿Realmente un recurso formativo de contenido genérico prestablecido puede mejorar mi empleabilidad, si estoy desempleado?

¿Realmente un recurso formativo de contenido genérico prestablecido y descontextualizado de lo que es la realidad de mi día a día, puede mejorar mi desempeño en el trabajo?

Podría darse el caso de una respuesta afirmativa en ambas situaciones, pero, en mi opinión, es francamente difícil.  

Te invito a compartir tu experiencia si realmente algún recurso de este tipo te ha servido, sin ningún género de duda, para lo antedicho.

Hay quien sostiene que los objetivos del curso y los del alumno, han de coincidir para que eso suceda, de forma que una vez terminado el curso y dada la coincidencia de objetivos, la misión está cumplida y el conocimiento ya se posee. Yo creo que es necesario precisar más.

Ojalá fuera tan sencillo, pero, obtener un certificado o diploma por haber completado un curso de este tipo, no es lo mismo que mejorar la empleabilidad o el rendimiento en tu trabajo diario. Y no es lo mismo, incluso en aquellos casos en que te planteas acceder a uno de estos cursos porque su planteamiento “publicitario” encaja, a priori, con lo que buscas.

¿Por qué no?

Porque es muy probable que este tipo de recursos no tengan lo necesario para una transferencia de aprendizaje efectiva, tanto por el hecho de cómo está concebida su oferta, como por el hecho de que se construyen para un target audience indefinido. Y hasta cierto punto, es lógico que así sea. Personalizar esta oferta, supone abrir un abanico de opciones y resolución de problemas demasiado amplio, que implicaría de forma inmediata, una pérdida de rentabilidad para quien lo ofrece, o de atractivo para quien demanda este tipo de soluciones genéricas.

El “negocio” está montado así. Se confunde o se asimila el aprendizaje a la finalización del curso. Nada más lejos. El diploma viene a decir que has demostrado conocimiento suficiente al finalizar (a veces ni siquiera hay prueba de conocimiento). Eso no significa que ese conocimiento siga contigo, por ejemplo, una semana o dos meses después, cuando estás optando a una posición en un proceso de recruiting o estás intentando resolver un problema o mejorar un proceso en tu puesto de trabajo.

Ocurre, por tanto, que, esa transferencia es clave y central. Sin ella, no vas a ser capaz de generar impacto presente y mucho menos futuro (porque es peor cuanto más tiempo pase desde que terminas tu curso) en un trabajo o en una organización.

Si aceptamos y entendemos que la finalidad primaria del aprendizaje es precisamente generar impacto y no simplemente poder decir que has asistido o completado un curso, cualquier recurso formativo, gratuito o no;

• Debe tener el contenido adecuado para resolver un problema o propiciar un cambio de rendimiento.
• Debe estar lo más contextualizado posible con la realidad que el alumno tiene o pretende afrontar.
• Debe generar posibilidades de conexión e interacción social con otras personas que tienen la misma problemática. Aprender “de” y “con” otros, genera mayor transferencia de aprendizaje
•  
• Debe tener mecanismos de continuidad a través de la aplicación del conocimiento o la habilidad, en un entorno real o lo más parecido a la realidad posible.

Lamentablemente, la mayoría de los recursos de tipo formal que se ofrecen de forma gratuita (también la gran mayoría de los de pago) carecen de estos requisitos, ya que forman parte de un catálogo de contenido predeterminado o prefabricado, al que tú, como alumno, te tienes que amoldar e imaginar con una gran dosis de fe, si realmente te servirá para generar el impacto pretendido.

Mira: Antes de acceder a un recurso de este tipo, analiza muy bien cuál es la necesidad de negocio que motiva el entrenamiento, qué tipo de problemas de rendimiento vas a poder resolver en tu contexto (si estás trabajando) y en qué realmente puede mejorar tu experiencia acumulada o tu inserción laboral en la tipología de puesto que buscas (si estás desempleado)

Si te conformas con el dicho “el saber no ocupa lugar”, que sepas que precisamente es así, por defecto, salvo que dispongas de herramientas que hagan que sí lo ocupe de forma efectiva, y ello, porque realmente eres capaz de aplicar conocimientos y habilidades aprendidas, para generar impacto en tu contexto o ser capaz de generarlo en tu futuro empleo.

En resumen: ¿Formación gratuita? Si, gracias, pero vigila que sea aplicable.