Nuestro equipo es lo más importante.

Esta es una de las afirmaciones más escuchadas en cualquier organización por voz de sus máximos responsables, los CEOs.

Si entras en la web corporativa y visitas los apartados de cultura corporativa, misión, visión, valores, etc,… podrás leer muchas veces expresiones similares, tales como…:

“Una de las claves de nuestro éxito es nuestro equipo humano…”, ”…Sin este equipo humano, … no seríamos lo que somos en la actualidad”, ”…apostamos firmemente por nuestra gente y su desarrollo…”, “…somos un buen lugar donde trabajar…” etc…

Este tipo de proclamas sobre el capital humano son muy loables y seguramente se digan con buena intención y con la convicción de estar propiciando que así sea.

La idea de este post, no es poner en duda esa buena intención que acompaña al propósito, ni discutir que esté relacionado con lo que se sostiene como visión. Cualquier CEO puede estar creyendo que esas palabras son ciertas, desconociendo o simplemente no dándose de cuenta de que existen factores clave (relacionados con la mentalidad, fundamentalmente) que actúan como una goma de borrar sobre las mismas.

Debemos ser conscientes que la intención de valorar y apostar por el capital humano, es tan fácil de afirmar, como extraordinariamente difícil de demostrar, si no se construye sobre unos cimientos sólidos, a prueba de mentalidad finita y de cuentas de resultados. Si no elevamos su “rating” a la clase de activo que marca la diferencia y fortalece las organizaciones, no conseguiremos enterrar para siempre las reservas mentales que operan en su gestión y que son consecuencia de su naturaleza intangible desde el punto de vista contable.

De otra forma, es francamente difícil explicar cómo en paralelo a la citada loable intención, existen estudios y estadísticas por todo el mundo que reflejan una clara insatisfacción de los trabajadores, respecto al desarrollo y crecimiento profesional que sus organizaciones les ofertan, en términos generales.

Entonces:

¿Qué diferencia hay entre decir lo importante que es tu gente (tu capital humano) para ti y tu organización y realmente demostrar que si es importante?

Abro el debate a cualquier miembro de cualquier organización para que dé su opinión al respecto, no sin antes, advertir del riesgo que supone afirmarlo y no cumplirlo y de la necesidad de cumplirlo, incluso en tiempos de crisis, como los actuales.

El dato: Según Harvard Business Review, aunque las organizaciones gastan más de 350.000 millones de dólares a nivel mundial en formación, no están gastando su dinero de forma eficaz. Basta con considerar estas estadísticas:

  • El 70% de los empleados afirma que no domina las habilidades necesarias para realizar su trabajo;
  • Sólo el 12% de los empleados aplica en su trabajo las nuevas habilidades aprendidas en los programas de I+D; y
  • Sólo el 25% de los encuestados en un reciente estudio de McKinsey cree que la formación ha mejorado de forma apreciable el rendimiento.

La pregunta para la reflexión: ¿Qué debería tener cualquier organización para que un trabajador potencial de la misma, sepa que realmente la apuesta de esa organización por su equipo humano, es, efectivamente, lo más importante?

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