Si pudieras poner nota de 1 a 10 al nivel de Engagement que generó en tu gente, el plan de formación que has desarrollado en el último año… ¿Cuál sería? ¿Qué sucedería si estiramos el plazo algunos años atrás? Alguien que entró en tu organización hace 5 años y que ya es de tu confianza… ¿Siente que ha crecido profesionalmente en este lustro? Y los recién llegad@s… ¿Están ya al nivel de los veteran@s en términos de rendimiento? ¿Cuándo prevés que lo estén?

¿Estás ya “metido en faena” para generar una cultura estable y solida de aprendizaje en tu organización?

Si es que si… ¿Está conectada esa cultura con la idea de generar impacto en tus principales indicadores de negocio?

¿Cómo se sienten tus emplead@s en términos de acompañamiento en el desarrollo de sus habilidades?

¿Sientes que la formación está generando valor para hacer crecer tu negocio y hacerlo más eficiente o es simplemente un “check” que hay que tener marcado a final del año sin hacerse más preguntas?

¿Cuál es el veredicto, entonces? Culpable o Inocente, de estar aprovechando el inmenso valor probado que tiene la formación.

Posiblemente pienses que ya tienes muchos frentes abiertos, con la que está cayendo en la actualidad, como para iniciar otro, y bien gordo, como este.

Si piensas así, es respetable y hasta cierto punto lógico, si estás mirando este ámbito como algo relacionado con los costes de la organización. “La formación es uno de nuestros costes principales…”…” Estamos metid@s de lleno en una crisis muy potente generada por la pandemia, la escasez de materias primas, los altos precios de suministros como la luz….Qué te voy a contar!!…”

Quizás ese sea el problema. Lo estás viendo como un coste más y realmente no lo es.

Te invito a mirarlo de forma distinta. Estamos hablando de tu capital humano. Piensa un minuto en considerarlo como un activo cargado de potencial y no como un simple gasto.

Sigamos avanzando… ¿Qué pasaría si eres capaz de invertir inteligentemente en ese activo? ¿Qué pasaría si por mor de su desarrollo, tu gente empieza a hacer las cosas con mayor calidad, en menos tiempo, con menos costes de producción, atendiendo mejor a tus clientes, etc, ,… ¿Y si tu formación fuera un multiplicador de tus resultados?

Ahora es cuando te despiertas y dices aquello de: “Soñar es gratis” o aquello más atrevido de “…Pero si nuestra formación está generando ya lo que esperamos de ella…”.

¿En serio? ¿Qué indicador de negocio movió la última formación estratégica que realizaste?

En cualquier caso, si tienes dudas de cuál es el papel de la formación y desarrollo en tu organización, te podemos echar una mano. Puedes hacer click aquí

¡¡Ah y otra cosa muy importante!!

Si como consecuencia de las preguntas o las dudas que he puesto negro sobre blanco en este artículo, te da por buscar respuestas en tu equipo de RRHH (a veces formado por una sola persona),… pregúntate antes, si la estructura de ese equipo está lo suficientemente bien dimensionada para afrontar este tipo de retos. Quizás sea lo primero en lo que tienes que pensar… Si miras a tu equipo de RRHH como meros gestores de tus centros de coste, el “producto” formación no pasara de ser eso mismo. Un coste.

Tal vez ha llegado la hora de que empieces a mirar RRHH como un centro innovador de beneficio y no como un centro tradicional de coste.

El Dato: Según este artículo de Mckinsey, más de una cuarta parte de los empleados se sienten solos en el desarrollo de las habilidades que necesitan. Del mismo modo, sólo el 8 por ciento de los líderes senior ven un claro impacto en el negocio, derivado de la gestión del L&D

La pregunta para reflexionar: Puedes hacerte en voz alta cualquiera de las preguntas lanzadas al inicio del artículo y añadir posteriormente esta reflexión. ¿Qué puedo hacer para mejorar en este ámbito?

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