Se cumplen ya algunas semanas de andadura en nuestro proyecto.

En nuestras conversaciones iniciales con clientes, nuestro momento favorito es ese en el que cuando nos sentamos presencial o virtualmente por primera vez, el cliente nos dice:

  • “¿Cuál sería el punto inicial? ¿Por dónde empezamos?”

A lo que solemos responder:

  • Si tuvieras que usar una sola palabra, quizás un adjetivo, para definir la situación de la formación y desarrollo en tu organización, ¿Cuál sería?”

Las respuestas (tanto las de directores o gerentes, como las de responsables de HR) son muy variadas y siempre muy interesantes, pero en la mayoría de las ocasiones, la palabra propuesta para describir el status, sugiere necesidad de cambio, de reforma o de mejora, de revisión, en una palabra, de Transformación… Dicho de otra forma. Una mirada de puertas adentro hacia sus organizaciones, con un mínimo espíritu crítico y objetivo, hace que sus máximos responsables vean márgenes de mejora en aquello que se está llevando a cabo en materia de Formación y Desarrollo (en adelante L&D).

La etiología detrás de esta definición más o menos informal del status es muy variada y hay que tener en cuenta que, necesitar un cambio no significa necesariamente que se estén haciendo las cosas mal, sino que simplemente, también por variedad de razones, se percibe y se intuye, que pueden hacerse mejor.

Además de esta pregunta inicial, hay otras preguntas que pueden ayudar a definir o ser más consciente del status organizacional en materia de L&D. El sentido de estas preguntas siempre va a depender del tamaño de la organización, su finalidad o propósito, su cultura u otros factores, pero, te proponemos una autoevaluación rápida con el siguiente test:

  • ¿Cuáles son las fortalezas de tu sistema L&D?
  • ¿Cuáles son las debilidades de tu sistema L&D?
  • ¿Qué no estás consiguiendo y ambicionas o sueñas conseguir?
  • ¿Están tus programas de capacitación alineados con tus objetivos de negocio?
  • ¿Existe dentro de Recursos Humanos un equipo específico o recursos de tiempo/inversión destinados a L&D?
  • ¿Qué herramientas y/o tecnología/s están destinados ahora mismo a tu L&D?
  • ¿Qué resultados (de negocio) o retornos de inversión has obtenido en el último año como consecuencia de la implantación de programas L&D?
  • ¿Está tu plantilla contenta con la programación L&D y/o sienten que la formación en tu organización es un pilar de crecimiento personal y profesional?

¿Has hecho el test, aunque solo sea de forma superficial? A la vista de tus respuestas, quizás puedas estar pensando que no sales tan mal parado. Aunque, quizás algunas de las respuestas hayan sido “paso palabra” o “NS/NC”.

En resumen, piensa si alguna de las respuestas está sugiriendo la necesidad urgente de mejorar o de cambiar. Si fuera así, no tengas dudas de que es el momento de ponerse manos a la obra y empezar a Transformar esta parte de tu organización, especialmente, si no existen fortalezas claras, si no sabes cual han sido los resultados, si no aprecias retornos concretos de las inversiones en tu sistema L&D, o si tienes la certeza de que no es algo bien valorado por tu plantilla.

A tu disposición, para ayudarte en la búsqueda de respuestas para la TRANSFORMACIÓN.

El Dato: Según el informe de Brandon Hall Group y Docebo sobre Estrategia de Aprendizaje para 2020, ante la pregunta ¿Estamos listos para desarrollar nuestro set de habilidades futuras?, solo el 7% de los encuestados respondió “Estamos completamente listos”.

La Pregunta para reflexionar: ¿Consideras urgente activar los mecanismos de Transformación relacionados con Formación y Desarrollo en tu organización?

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